10 consejos incluso con alarma para el hogar
Los saqueadores expertos dan las gracias con burla a los dueños de viviendas que, con su generosidad, les despejan el camino para que trabajen a sus anchas y con garantía de éxito total para burlar su alarma para el hogar
- ¡Qué escalera más práctica! Como vi las rejas en la planta baja, se me ocurrió que trepando por la escalera podría acceder al primer piso… y funcionó. ¡Qué alegría también al ver que no tenías alarma para casa! Un trabajo redondo, gracias. Otros dueños me lo ponen más difícil, guardando sus escaleras en casa, en un garaje o en el armario del patio; sí, ese que está cerrado con llave.
- ¡Cómo me gusta tu basura! Gracias por mantenerme al día de tus compras, sobre todo de los nuevos aparatos electrónicos. Esa caja de cartón de tu tele nueva que dejaste enterita en la calle me ha venido de cine para transportarla. Y tampoco me olvidé de tu flamante portátil. No hace falta que ahora recicles el cartón en el contenedor azul ni que rompas en trocitos las cajas. Tal como están me valen.
- ¡Qué bien cuidas tus árboles y qué frondosos están! Cómo te agradezco que no recortases esas ramas tan firmes que llegan hasta tu terraza y a cada una de las habitaciones del piso de arriba. Me has ahorrado un montón de esfuerzo. Aunque una podadita en temporada siempre les sienta bien.
- Tu casa es accesible. Tu puerta principal de seguridad es impactante, pero al dar la vuelta a tu casa me fijé en lo flojita que es la trasera y decidí abrirla. Si buscas protección y no quieres poner una alarma para el hogar, al menos cierra con llave todas las puertas exteriores.
- Tu jardín me informó. Esas malas hierbas tan altas y ese césped tan crecido me dieron muchas pistas de tu ausencia. Otros dueños menos colaboradores piden a algún amigo que les limpie el jardín cuando ellos están fuera.
- Los mejores botines, los del dormitorio. Es la primera habitación en donde busco y siempre me da resultado. El dinero y las joyas estaban allí. Para qué te vas a molestar en usar otra habitación para esconderlos… Y, por supuesto, no es necesario que estropees esa pared tan bonita con una caja fuerte.
- Mira que tienes amigos en la red. Cómo te agradezco que me avisaras de tu escapada de diez días a Cancún. Es bueno compartir con los amigos. Vi lo bien que te lo estabas pasando por Twitter y Facebook y lo celebré con una cerveza de tu nevera. No sabes lo bien que sienta robar a gusto de vez en cuando. Menos mal que no se te ocurrió comentarlo a tu regreso.
- Cuando tú hacías check-in en el restaurante, yo lo hacía en tu casa. Te agradezco que me avisaras de dónde estabas y de que tenía vía libre para entrar. Habría que hacerle un monumento al que inventó eso de la geolocalización.
- Soy un as del disfraz. Mientras me limpian el traje de ladrón en la tintorería suelo vestirme de peón, repartidor o ayudante de jardinero; el caso es poder transportar una carretilla sin levantar sospechas. ¿A que no lo habías pensado…? Esta noticia tiene todos los detalles sobre las últimas de los ladrones disfrazados, en este caso de policías.
- Me encanta la intimidad de tu jardín. Con esas luces exteriores tan tenues paso desapercibido para tus vecinos. Nada que ver con esa gente tan paranoica que instala alarmas para casa con videocámaras o luces automáticas con sensores de movimiento.
No se lo pongas más fácil...
Y una última sugerencia de seguridad: No te lo tomes como un reproche, pero ya que ahora has invertido un dinero en tu nueva alarma para hogar, ¿no sería bueno que la conectases cada vez que sales de ella?
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